Ayer fue mi debut en el Triatlón, bueno mejor dicho nuestro debut, participaba en compañía de mi gran amigo Antonio en el Triatlón Garmin de Barcelona en la modalidad de Sprint, ya que era nuestra primera vez no nos atrevíamos con el Olímpico.
Tanto para Antonio como para un servidor no es la primera vez que practicamos algunas de estas modalidades (ciclismo o carrera) en competición, pero sí que era nuestra primera vez en natación.

Todos los consejos que habíamos recibidos de amigos triatletas, nos aconsejaban empezar desde las últimas posiciones o desde un costado, pero cuando nos dimos cuenta, estábamos en el centro del grupo. Se formaron grupos o olas de 500 participantes, vaya mogollón de tíos y tías cachas a nuestro alrededor y nosotros, dos partidillos con cara de circunstancia, preguntándonos ¿Dónde nos hemos metido?. Bueno, era una buena posición para saber lo que en muchas ocasiones nos habían contando sobre los golpes en el tramo de natación.

Dan la salida y nos metemos en el agua, es increíble la cantidad de leches que llegas a recibir y por supuesto las que llegas a repartir, patadas, tortazos, incluso me llego a pasar por encima un bestia el doble de grande que yo. Parecía la escena de la película “Titanic” cuando caen todos al agua, pero en esta ocasión ninguno se congeló. En la boya se produce la aglomeración mayor, es el momento de girar y todos queremos acortar en lo posible la distancia.

Terminamos el tramo de agua y me dirijo todo lo rápido que me dan las piernas a coger la bici, que nervios, vaya tensión, me quito el neopreno, me pongo el casco y el dorsal, me pongo los calcetines, las zapatillas y a correr otra vez. Supongo que en otros Triatlones habrá gente con mucha más experiencia, pero en esta ocasión se llegaban a ver bicis de todas las características, de carretera, de montaña, de paseo, incluso alguna plegable, sólo faltó ver alguna del bicing. Igual que había todo tipo de bicis, también había todo tipo de ciclistas con el consecuente peligro, algunos se te cruzan y hay que ir con mil ojos.

Que más contar de mi primera experiencia en el triatlón, hizo un día genial, bastante bien organizado dado el gran números de triatletas y sobre todo muy satisfecho conmigo mismo, se que tengo que mejorar muchísimo en la natación y adquirir poco a poco más experiencia.

Lo he pasado en grande, sientes un sensación de euforia continuamente muy agradable, aunque demasiado rápido, estoy convencido que mi próximo será el olímpico.

A petición de mi fotógrafa personal (mi hija), no puedo dejar sin mencionar su inmejorable trabajo, gracias Cristina.